Israel Pérez | Premio Mejor Expediente MIR 2017

Israel Pérez nació en  “El Madroño”, el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla. Se formó en la Universidad de Sevilla, promoción 2012. Tras realizar el examen MIR decidió comenzar la especialidad de Dermatología en Granada, y finalizó su residencia en mayo de 2017.

¿Por qué eliges la especialidad de dermatología?

Dermatología es una especialidad muy visual y dinámica, dos puntos claves a la hora de mi elección. Por otro lado,  también me llamaba la atención la parte quirúrgica con la que cuenta, una cirugía muy bonita que complementa la parte asistencial de la consulta.

¿Cuáles han sido los momentos más destacados de tu carrera profesional?

Aunque corta destaco varios momentos. Por un lado, la decisión más importante que he tomado en relación con mi actividad profesional ha sido realizar el periodo de formación en Granada, una decisión que sin duda volvería a tomar. Por otro lado, la primera vez que un paciente me dio las gracias siendo ya adjunto de Dermatología, esos momentos, son los que  me reafirman en la decisión que tomé de hacer medicina.

Dentro de la dermatología existen varias especialidades (tricología, venereología…),  ¿en qué campo  te encuentras más cómodo trabajando?

Me gustan prácticamente todos, aunque destaco la cirugía y la dermatoscopia.

¿Qué ha significado para ti el premio CaixaBank al mejor expediente MIR 2017?

La materialización de todo el trabajo realizado durante los 6 años de carrera y sobre todo, durante el periodo de residencia.  Es el reconocimiento a la constancia y especialmente al trabajo en equipo que desde que llegue a Granada ha sido un punto clave en mi formación, especialmente con mis compañeros de residencia.

¿Qué destacarías de tu proceso formativo?

El buen ambiente y el trabajo en equipo, sin duda.  Los dermatólogos de Granada han sido fundamentales no solo a nivel profesional, también a nivel personal ya que han sido un poco parte de mi familia de granada, inicialmente los del hospital Virgen de las Nieves y el último año los del CHUGRA.

Agradecer a mis tutores Jesús Tercedor  y Salvador Arias todo el esfuerzo que han realizado estos años, no solo para que aprendiéramos sino para que lo hiciéramos en las mejores condiciones. Y agradecer también a Ricardo Ruiz  por ser uno de los dermatólogos de los que más he aprendido enseñándome a disfrutar en la consulta.

Por último, agradecer a mi familia porque si soy quien soy y si estoy donde estoy es gracias a ellos. También agradecer a mi pareja el apoyo incondicional de estos años, haciéndome ver que lo difícil es menos difícil de lo que parece.

¿Cuál es tu próximo reto como dermatólogo?

Todos los días son un reto porque de todos los días aprendo, son una nueva oportunidad para seguir  formándome y creciendo como dermatólogo.