El perfil tipo del paciente COVID-19
16 septiembre, 2020XXI Reunión Virtual del Grupo de “EPIDEMIOLOGÍA Y PROMOCIÓN DE LA SALUD EN DERMATOLOGÍA”
18 septiembre, 2020Si la población en general tiene puestos sus ojos en las noticias sobre la vacuna, los sanitarios no quitan su vista de lo que ocurre en torno a la investigación de tratamientos curativos o profilácticos, ya que es crucial contar con un armamento terapéutico que, al menos, aminore los síntomas de los pacientes más graves o evite que la enfermedad evolucione negativamente. Un grupo de los fármacos que están ahora evaluándose son antivirales que ya se estaban utilizando en la profilaxis del VIH.
En la cuarta jornada del I Congreso Nacional COVID-19, celebrada este miércoles 16 de septiembre, se desarrolló la mesa ‘COVID-19: pronóstico, profilaxis, pre/post exposición y tratamiento antiviral’, moderada por los doctores José Miguel Cisneros, Jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, y José Ramón Arribas, Jefe de Sección de Medicina Interna (Enfermedades Infecciosas) del Hospital Universitario La Paz y Coordinador de la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz.
Profilaxis pre y post exposición
En la actualidad, no se cuenta con evidencia científica sólida para respaldar o descartar ciertos fármacos profilácticos por su efecto protector frente a COVID-19. Sin embargo, están en marcha ensayos clínicos que tratan de evaluar su eficacia en este término.
Existen varios fármacos en estudio como profilaxis preexposición (PrEP) como son la cloroquina, hidroxicloroquina, tenofovir, vacuna BCG, interferón alb humanos recombinante o melatonina. También hay un grupo de terapias que se están evaluando como profilaxis post-exposición (PEP) la nitazoxanida, lopinavir/ritonavir, metformina y también cloroquina e hidroxicloroquina.
En el caso de las más conocidas de todas estas terapias, la cloroquina e hidroxicloroquina, todavía no hay datos sobre su utilidad como PrEP, pero sí se ha demostrado que administradas tras una exposición al SARS-CoV-2 las personas tienen un riesgo un 20% menor de contraer la COVID-19, aunque estos datos deben ser confirmados por otros estudios.
También ya hay datos de dos antivirales que se utilizan como PrEP ante el VIH, tenofovir (TDF) y emtricitabina (FTC), administrados juntos o por separado. Según los datos de un estudio reciente en hurones, tenofovir mostró una sintomatología más leve y menor duración de la infección por SARS-CoV-2. Otra investigación realizadas en pacientes que recibían la PrEP TDF/FTC como estrategia frente al VIH apunta que presentaron un menor riesgo de COVID-19 en comparación con otros pacientes que tomaron otras terapias.
El estudio PanCOVID, liderado por el Dr. José Ramón Arribas, analizará si tenofovir es una estrategia útil en la prevención de la COVID-19.
Por otro lado, según explicó este miércoles la Dra. Julia del Amo, directora del Plan Nacional del SIDA, está en marcha otro trabajo, el Ensayo Clínico EPICOS, promovido por el Ministerio de Sanidad desde el Plan Nacional sobre Sida, con el objetivo de evaluar la eficacia frente a COVID-19 de la dosis diaria en comprimido único de TDF/FTC, dosis diaria en comprimido único de hidroxicloroquina (HC 200mg), y dosis diaria de TDF/FTC más HC o placebo, en personal sanitario durante 12 semanas.
Para EPICOS se han reclutado ya 4.000 sanitarios, con edades entre los 18 y los 70 que han estado expuestos al SARS-CoV-2, de la que, según adelantó la Dra. Del Amo, se obtendrá resultados próximamente.
Para concluir esta mesa, el Dr. José Manuel Lomas Cabezas, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla) , que analizó la literatura científica sobre el tratamiento antiviral para la COVID-19, resaltó la importancia del manejo multimodal y la necesidad de un tratamiento de soporte adecuado y optimizado. “Que remdesivir sea hasta ahora el único fármaco aprobado denota beneficios discretos y escenarios clínicos limitados”.
Tratamientos sintomáticos
En otra de las ponencias celebradas este miércoles, en el marco de la mesa 11: Consecuencias de la COVID-19 en el pulmón y en la Neumología, el Dr. David Jiménez, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, explicó que la alteración vascular pulmonar que genera este coronavirus destaca una alteración micro y macrovascular que da lugar a fenómenos de microtrombosis y macrotrombosis, debido al estado de hipercoagulabilidad al que se asocia la COVID-19. “Es importante conocer si con las dosis de tromboprofilaxis se pueden disminuir los eventos trombóticos y aumentar la supervivencia de los pacientes con COVID-19”. Por este motivo, habrá que esperar a la finalización de los ensayos clínicos que están evaluando este tema.
Afectación neurológica
En la quinta jornada del Congreso, se han tratado aspectos relacionados con la Reumatología y los tratamientos inmunomoduladores, así como el papel de las terapias biológicas y dirigidas en el manejo de la COVID-19.
En la mesa 13: ‘COVID-19 y Neurología: culpables, falsos culpables e inocentes’, se han detallado las principales consecuencias y manifestaciones neurológicas que han sufrido o están padeciendo los pacientes infectados por SARS-CoV-2.
Una de las ponencias ha sido sobre la atención al ictus agudo en tiempos de COVID-19, que ha generado posteriormente un debate entre los especialistas que han formado parte de esta mesa moderada por la Dra. Mar Castellanos, Jefa de Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario Universitario A Coruña, y el Dr. David Ezpeleta, neurólogo en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y secretario de la Junta Directiva de la SEN.
La situación en cuanto a número de ingresos y de procedimientos relacionados con los ictus es variable según los datos de cada hospital. El Dr. Ángel Chamorro, profesor de Neurología de la Universidad de Barcelona y director del Centro de Ictus del Hospital Clínic de Barcelona, ha presentado los datos de un estudio realizado en este centro en el que ha comparado la incidencia de ictus entre los meses de marzo de 2019 y 2020. Según los datos, se observa un descenso del 24% en los ingresos hospitalarios por ictus, y de un 18% en el número de activaciones del código ictus.
“Si bien hubo un crecimiento progresivo de ingresados por ictus en las primeras semanas de marzo, se detectó una caída del 37% en las terapias de reperfusión respecto a marzo del año anterior“, ha explicado.
No está claro, según han debatido, si la causa de ese descenso es que los ictus leves no hayan sido trasladados a las unidades de referencia o si se debe a un descenso real de estos episodios. “Es posible que la prevalencia haya caído debido a una disminución de la contaminación, o por el menor contacto interpersonal entre las personas de más riesgo lo que deriva en menos infecciones, que están vinculadas con mayor riesgo de ictus. Habrán que reflexionar sobre esto”, ha señalado el Dr. Tomás Segura Martín, Jefe de Servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Albacete.
El Dr. Chamorro ha abogado porque se hagan campañas de información, en el contexto de pandemia, para recordar a la población que, ante la sospecha de padecer un ictus, llame a los servicios médicos de urgencia y acuda al hospital.