La AEDV redacta una guía de ayuda al diagnóstico diferencial de las lesiones cutáneas de la viruela del mono con la colaboración de otras sociedades científicas
2 junio, 2022Nueva Junta Directiva de la AEDV | Al servicio de la Dermatología y el dermatólogo del siglo XXI
4 junio, 2022Son muchos los factores que hacen de este Congreso un evento de especial trascendencia para el Dr. Pedro Jaén. Además de poder disfrutar de inigualables y esperadas sesiones científicas, y de recuperar el abrazo postergado de muchos colegas, el hasta ahora presidente de la AEDV abandona su cargo y deja paso a una nueva Junta Directiva.
– Sin duda, este Congreso tiene un significado especial para usted…
– Así es. Es el segundo congreso nacional de la AEDV que se hace de manera presencial después de la COVID; contamos con una gran asistencia y se aprecian unas ganas extraordinarias de vernos de nuevo cara a cara. El Congreso Nacional es la fiesta anual de la Dermatología, el programa científico va a ser muy interesante, la categoría de los ponentes muy alta y habrá una gran afluencia de asistentes. Vamos a tener también ponentes internacionales, vamos a retomar el contacto presencial con representantes de sociedades científicas internacionales que se ha visto interrumpido por la pandemia.
Por otra parte, es el congreso en el que cambia la Junta Directiva. En este caso, al haber una única candidatura, ya se ha proclamado y la actual vicepresidenta 1ª de la Academia, la Dra. Yolanda Gilaberte, pasa a ser la nueva presidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología. No cabe duda que esta Junta Directiva, así como la estructura de la Academia, garantiza la situación y el futuro de nuestra sociedad científica.
– El año pasado no pudo asistir personalmente al Congreso Nacional de Bilbao, ¿cómo vivió esa situación?
-A la hora de hacerme un test de control, como aconsejábamos en la pasada edición, me enteré de mi positivo en COVID-19 y tuve que cancelar a última hora mi viaje, aunque gracias a eso pude evitar poner en riesgo a otros compañeros. Lo sentí mucho, porque el contacto personal tan esperado con los dermatólogos se tuvo que aplazar a este congreso actual, pero afortunadamente se debió a un contagio asintomático. Esto ha aumentado mis ganas de reencontrarme con muchos compañeros y amigos, y con la satisfacción añadida de tener la sensación de un trabajo hecho y con la garantía futura del buen hacer de nuestra sociedad científica.
– Como bien dice, estos días son los del reencuentro…con colegas, con colaboradores, con representantes de la industria. ¿Por qué es tan importante ese contacto personal para que la ciencia y, en concreto la Dermatología, siga avanzando?
– Lo que sucede en los congresos es que la mayor parte del intercambio profesional y personal tiene lugar fuera de las salas. Es una percepción que tengo desde que yo era residente: aprendías en las salas con los ponentes e intercambiabas, y te inspirabas en otros escenarios a través del contacto con los compañeros.
– Es, después de mucho tiempo, un congreso que recuerda a los eventos previos a la pandemia…
Aunque en esta ocasión no contamos con restricciones estrictas, apelamos al sentido común y al buen hacer de los asistentes para reducir al mínimo cualquier tipo de riesgo de contagio. Seguimos recomendando el uso responsable de la mascarilla cuando no se puedan cumplir las medidas de seguridad que sugieren las autoridades sanitarias.
– Y en cuanto a los actos institucionales, ¿alguno que le resulte de especial interés?
– Durante el Congreso se ha celebrado la Asamblea General, la Junta de accionistas. En este caso se hace un repaso de lo sucedido y, al mismo tiempo, es el punto de partida de lo que está por venir. La Junta Directiva, que es el Consejo de Administración, rinde cuentas a los accionistas, que son los socios, los Académicos. Y ese es, en mi opinión, el momento más importante del Congreso.
– El Congreso sirve también para culminar su presidencia al frente de la AEDV, ¿qué valoración hace?¿ha podido cumplir los objetivos básicos que se planteó a su llegada a la presidencia?
– En este momento tenemos una Academia profesionalizada y con muy amplia participación e implicación de los Académicos. La tarea que se ha hecho ha sido muy laboriosa, gracias a la generosa implicación de los Académicos; esto hace que los órganos de gobierno se hayan ampliado en gran medida y de una forma muy horizontal.
– En este tiempo que ha ejercido como presidente ha tenido que lidiar con importantes problemas, muchos de ellos ajenos a la propia AEDV, como la pandemia de coronavirus. ¿Destacaría algún momento especialmente crítico o complejo?
– Al igual que en otros ámbitos, la pandemia de COVID-19 provocó un momento muy crítico en la AEDV. Toda la actividad se vio muy afectada, con una disminución drástica de los recursos económicos y una situación de máxima incertidumbre. No obstante, la respuesta de los empleados de la Academia, los dermatólogos, la industria y las instituciones fue muy positiva, lo que nos permitió remontar esa situación e, incluso, hacer que la AEDV se encuentre ahora en mejor posición que antes de la pandemia.
– Y si tuviese que destacar solo unos pocos proyectos o iniciativas de lo que se sienta más satisfecho y orgulloso, ¿con cuáles se quedaría?
– Destacaría la apertura de nuestra organización a la sociedad en general, a través de la Fundación Piel Sana de la Academia, e incluyendo asociaciones de pacientes, proyectos hacia la población, proyectos en países en vías de desarrollo, etc. Por otro lado, resaltaría la apuesta por la formación; en este momento contamos con la mayor apuesta formativa de todas las sociedades científicas de Dermatología de países de nuestro entorno, tanto en calidad como en cantidad.
– ¿Y algo que le haya quedado por hacer o de lo que esté arrepentido?
– Hay cosas que seguro que se nos han escapado y que habrían sido importantes, pero seguramente la nueva visión de la Junta Directiva hará que se lleven a cabo.
– En este tiempo que ha ostentado la presidencia de la AEDV, ¿cómo calificaría la evolución de la especialidad en nuestro país?¿y su penetración y calado a nivel internacional?
– Son los dermatólogos a nivel individual los que han trabajado y canalizado la actividad profesional parcialmente a través de la Academia y, por tanto, los que ha hecho que esta sociedad que representa al colectivo se haya favorecido de esa visibilidad internacional, institucional y social tan alta con la que contamos actualmente. Por supuesto, también ha tenido que ver la herencia de muchas personas que han trabajado en la Academia a lo largo de los años.
– Deja en buenas manos la Academia, ¿qué consejo daría a la nueva Junta y a su presidenta?
– Creo que no necesitan ningún consejo. Personalmente, estoy muy tranquilo y esperanzado con el futuro de la especialidad, que va a ir a mejor.
– ¿Algún mensaje final?
– La trayectoria de independencia, integridad e innovación es lo que nos ha hecho ser lo que somos. Lo más importante que tiene en estos momentos la Academia Española de Dermatología y Venereología es su nombre.