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1 junio, 2023Cuatro dermatólogos andaluces acuden a la llamada de Dermalawi.
Ellos son:
- Cristina Collantes, dermatóloga en el Hospital Regional Universitario de Málaga
- Antonio José Durán Romero, dermatólogo en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz
- Miguel Juan Cencerrado, residente de tercer año. Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba
- Juan Luis Sanz Cabanillas, dermatólogo en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y vocal de la sección andaluza de la AEDV.
¿Qué es Dermalawi?
Dra. Cristina Collantes (Dra. CC): Dermalawi comienza en el año 2015, con la visita de la Dra. Cristina Galván a Benga, una región rural del país. Se atendieron unos 400 pacientes con patología cutánea, en muchos casos tratable con medicinas de las que no disponían en los hospitales. Desde entonces fue aumentando el número de dermatólogos, residentes y otros especialistas como microbiólogos y enfermeros que se unían a cada campaña, así como el número de pacientes atendidos. Se han llevado a cabo hasta la fecha un total de 14 campañas. Desde el principio, los integrantes del proyecto nos hemos puesto a disposición de las autoridades sanitarias locales, con las que trabajamos estrechamente, para dar asistencia dermatológica a las áreas rurales remotas que quedarían, de otra forma, no asistidas. Además, se hace hincapié en los problemas dermatológicos acuciantes en la población: sarna, lepra y atención médico-quirúrgica a los pacientes con albinismo, así como en la formación del personal sanitario local, abriéndose vías de aprendizaje bilateral que resultan enriquecedoras.
Actualmente, el proyecto se ha expandido a otras áreas, a petición de las autoridades sanitarias del país, que lo valoran de forma positiva para su población.
Todo esto ha ido posible gracias al apoyo de Fundación Piel Sana, diferentes becas concedidas y el apoyo de empresas y particulares. Pero sobre todo gracias a un equipo de trabajo, tanto en Malawi como en España, comprometido, y que ha permitido engrandecer el proyecto a todos los niveles.
En tu caso, Cristina, ya has acudido en alguna ocasión ¿por qué vuelves?
(Dra. CC): Mi primer contacto con el proyecto fue de residente. Sentí que tenía mucha suerte por poder aprender de tanta gente. Trabajas codo con codo con sanitarios locales y dermatólogos de varias partes de España.
Por otro lado, te enfrentas a situaciones clínicas complejas que podrían solucionarse con una atención médica temprana y los medios adecuados. Y eso despierta una gran frustración.
En los últimos años se han conseguido, gracias al proyecto y al trabajo de mucha gente, pequeñas mejoras que han repercutido en la población y su calidad de vida. Sólo eso ya es motivo suficiente para seguir trabajando.
¿Desde qué fecha hasta qué fecha estáis en Dermalawi? ¿En qué consistía la tarea del día a día?
Dr. Juan Luis Sanz (Dr. J.L.S): Hemos estado en Malawi desde el 13 hasta el 30 de abril, estableciéndonos en la región de Benga, en el distrito de Nkhotakota. El equipo de esta campaña estaba compuesto por doce dermatólogos, una enfermera, un microbiólogo y por supuesto por los colaboradores locales (coordinadores, traductores, personal sanitario, conductores, etc.). Desde Benga, cada mañana nos dividíamos en grupos y viajábamos a distintas localidades para diagnosticar y tratar a pacientes de dichas zonas. Siempre un grupo se dedicaba a realizar un seguimiento de pacientes con lepra y a sus familiares y también a realizar seguimiento de personas con albinismo, realizando intervenciones quirúrgicas en caso de que se así fuese requerido.
¿Qué es lo que más o llama la atención de Dermalawi?
Antonio José Durán (Dr. A.J.D): Siendo esta campaña de abril mi primera oportunidad de participar en el proyecto, no puedo dejar de mencionar la impactante resiliencia de la población local. Su entereza ante las dificultades del día a día, que no son pocas, su capacidad de adaptación, su ilusión y su alegría, siempre contagiosas. Esta actitud te atrapa en cuanto llegas, te impulsa en el vibrante trabajo del día a día y lo convierte en una tarea más liviana, más amena.
¿Qué aporta la dermatología andaluza al proyecto solidario?
(Dr. J.L.S): Cuatro de los quince dermatólogos voluntarios de la última campaña trabajamos en hospitales andaluces. Es una gran proporción si pensamos de que se trata de un proyecto a nivel nacional. Creo que eso demuestra el gran compromiso de los dermatólogos andaluces con nuestra especialidad, no sólo estamos en vanguardia a nivel de investigación, formación, y somos referentes en muchas áreas de la dermatología, sino que también somos un referente en un campo tan importante como es la cooperación internacional. Esto significa que la dermatología andaluza tiene mucho que aportar tanto a nivel nacional como internacional. Por supuesto, todo esto ha sido posible gracias a que tanto en nuestros servicios como a nivel hospitalario nos han facilitado a los voluntarios el hecho de poder asistir a la campaña de Dermalawi.
¿Qué es lo que más os ilusiona de este proyecto solidario?
(A.J.D): Quizá lo más ilusionante es para mí el compartir el proyecto con los colaboradores locales. Médicos, enfermeros, coordinadores… personas que le dan continuidad a lo largo del año, de las que aprendemos mucho y sin las cuales nada sería posible. Ellos, al fin y al cabo, son una pieza indispensable en el objetivo de ofrecer a la población asistencia médica en el campo de la dermatología.
¿Por qué recomendáis a otros residentes a formar parte en actividades en cooperación?
Miguel Juan Cencerrado (Dr. M.J:C): Durante los años de residencia recibimos formación desde muchos enfoques, y añadir el punto de vista de la cooperación enriquece la formación desde muchas perspectivas.
En primer lugar, es una oportunidad para conocer otra forma de ejercer la especialidad, en lugares con menos recursos y sin acceso a pruebas complementarias. Esto impulsa a entrenar el ojo clínico como herramienta diagnóstica fundamental.
Por otra parte, la experiencia en cooperación nos hace vivir de primera mano las inequidades que genera la pobreza en salud. Las personas que atendemos en Dermalawi viven en la extrema pobreza, y esto es causa directa de la mayoría de sus patologías.
Desde el punto de vista formativo, nos permite aprender a diagnosticar patología en piel negra y observar enfermedades en estadios de evolución avanzados y poco prevalentes en nuestro medio.
Por último, esta vivencia me ha permitido trabajar en equipo con profesionales que tienen una forma común de entender la dermatología y que contagian pasión por ayudar a personas de forma altruista.
Para finalizar con la entrevista, ¿alguna anécdota que se pueda contar?
(Dr. J.L.S): Hay muchas anécdotas, pero creo que una de las que más repercusión puede tener en el futuro del país es nos reunimos con uno de los pocos dermatólogos que hay en todo Malawi y con miembros de la Facultad de Medicina de Blantyre. Actualmente no hay un programa de formación en dermatología en Malawi y los poquísimos que hay allí se han formado en otros países. Estuvimos pasando consulta con él, lo cual fue muy enriquecedor, y se firmó un hermanamiento entre la Universidad de Blantyre (Malawi) y la Universidad de Salamanca, estando entre los objetivos el establecer un programa de formación de residentes en dermatología. Cuando terminó el día estábamos muy ilusionados, con la sensación interior de que poco a poco vamos dejando huella y todo nuestro trabajo puede ayudar a muchas personas.