AEDV Y CSIC juntos, apostando por la Investigación en Dermatología
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23 mayo, 2024El Dr. Francisco José Navarro Triviño es dermatólogo en el Hospital Clínico Universitario San Cecilio de Granada, responsable de la unidad de Eczema de Contacto e Inmunoalergia Cutánea. Entre las patologías que atiende se encuentra la urticaria, la dermatitis atópica, el prurito y la dermatitis de contacto. Es miembro del Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto y Alergias Cutáneas (GEIDAC). Este año se celebrará por primera vez la reunión anual del GEIDAC en Granada, que coordina localmente junto a la Dra. Trinidad Montero Vílchez del Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Además, el coordinador actual del GEIDAC también es un dermatólogo andaluz, el Dr. José Carlos Armario Hita.
Dr. Navarro, el GEIDAC es uno de los grupos de trabajo de la AEDV que más ha crecido en los últimos años, ¿podría indicarlos cuál es el motivo? ¿en qué proyectos está involucrado el GEIDAC?
El GEIDAC es un grupo de trabajo compuesto principalmente por dermatólogos que también incluye de forma anexa un químico y un inmunólogo. La patología base del grupo es la dermatitis de contacto alérgica, donde desde hace años se desarrolla un proceso de vigilancia epidemiológica en los centros adscritos donde se vuelcan los resultados de las pruebas epicutáneas. Esto es uno de los principales proyectos de investigación que realiza el GEIDAC, y que además permite no solo publicar artículos de nivel en revistas como la Contact Dermatitis, sino también nos permite estar entre los mejores países europeos en relación a la dermatitis de contacto, además de trabajar en ocasiones con otros registros europeos. Quizá el “boom” del crecimiento del GEIDAC se observó hace unos años con la introducción del tratamiento avanzado para la urticaria crónica, hablo de omalizumab, y en los últimos años se ha vivido otro crecimiento por la introducción de tratamientos avanzados para la dermatitis atópica. La dermatitis atópica es un pilar importante para el GEIDAC, donde líderes de opinión nacional e internacional forman parte del grupo. Esto ha supuesto la incorporación de nuevos miembros, y también un aumento considerable de asistentes que en los últimos años han superado los 350 asistentes.
¿Qué temáticas se abordarán en GEIDAC este año?
La reunión tiene un programa científico intenso, lo reconozco, pero esto es el fruto del interés que hay por las 3 principales patologías que tratamos: la urticaria, la dermatitis de contacto y la dermatitis atópica. El número de comunicaciones que se reciben son elevadas, y eso es el reflejo del interés de los dermatólogos, donde la calidad científica supera las expectativas cada año. De hecho, aprovecho para invitar a los dermatólogos andaluces a participar en el GEIDAC organizado en Granada del 19 al 21 de septiembre, donde tendrán la oportunidad de presentar sus trabajos (la fecha límite de envío del resumen será el 11 de junio), o bien para acercarse un poco más a nuestro grupo de trabajo. Los talleres están diseñados para los más noveles en la materia pero también habrá talleres de actualización para los que ya están introducidos en la materia.
Si hablamos de la dermatitis de contacto, ¿qué puedes contarnos?
La esencia del GEIDAC es la dermatitis de contacto, de hecho, fue la primera patología que permitió la creación del grupo como tal. La realidad es que las pruebas epicutáneas, que son el gold estándar para el estudio de la dermatitis de contacto, necesita un “empujón” en algunos de los hospitales andaluces. Si es cierto que poco a poco dermatólogos jóvenes van interesándose por el tema y están observando el potencial que tiene montar una unidad de eczema de contacto. Puedes resolver un problema sólo con la evitación del alérgeno responsable del cuadro, pero aunque parezca fácil, se necesita tiempo de estudio, enfrentarte a muchos casos y aprender de otros compañeros. En mi caso he tenido la suerte de poder formarme con dermatólogos con experiencia en la realización de pruebas epicutáneas, y después de más de 5 años, ahora vienen residentes de dermatología (y también adjuntos que están iniciándose en el tema) para aprender cómo hacemos las cosas en nuestra unidad, y más importante, mantener el contacto donde siempre intento ayudarles en los casos clínicos que tienen cuando vuelven a sus hospitales de referencia. Para mí es una motivación extra rodearme de gente con ilusión y ganas por aprender de la dermatitis de contacto, de la que confieso estar “enamorado”.
Si hablamos de las pruebas epicutáneas, ¿qué son exactamente y cuál es el valor de las mismas para el paciente?
Las pruebas epicutáneas son la aplicación sobre la piel de una sustancia (alérgeno) a una concentración adecuada (están comercializados) durante un periodo de tiempo. La reacción de la piel se valora y se determina la relevancia de la misma en función de cada caso. Los alérgenos más frecuentes son los metales, las fragancias y los conservantes, aunque el número de alérgenos cubre muchos más de los anteriores. El estudio de cosméticos propios y otras sustancias también es importante, los que han estado rotando conmigo lo saben. Debemos entender que la dermatitis alérgica de contacto puede ser la responsable de una dermatitis crónica resistente a tratamientos antiinflamatorios habituales, o incluso estar simulando otras enfermedades de la piel como la dermatitis atópica. Esto es una de las razones por la que soy un claro defensor de que en los servicios de dermatología debería estar incluida en la cartera de servicios una consulta de eczema de contacto e Inmunoalergia cutánea.
Y qué podrías decirme de la dermatitis atópica y la urticaria, ¿hay novedades?
La verdad es que sí. En los últimos años hemos vivido un cambio importante a la hora de tratar a los pacientes con dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria crónica con gran impacto en la calidad de vida del paciente y de los familiares. Actualmente disponemos de múltiples tratamientos que han cambiado la vida de muchos pacientes, y otros tratamientos nuevos que están cerca de comercializarse, o bien se encuentran en desarrollo, en algunos de ellos nuestro servicio participa activamente en ensayos clínicos. La verdad es que la dermatitis atópica es una enfermedad compleja y heterogénea donde por suerte vive una revolución donde el dermatólogo está formando parte del proceso. También la urticaria crónica, enfermedad que vivió hace 10 años un cambio importante con el primer tratamiento biológico y que cambió la vida de muchos de estos pacientes, ahora también se están desarrollando nuevas moléculas muy interesantes que intentan demostrar su eficacia en urticarias “menos cubiertas” como son las urticarias inducibles, los que atienden a estos pacientes saben de lo que hablo.
Después de 5 años de desarrollo de la unidad de eczema de contacto e Inmunoalergia cutánea, ¿qué conclusiones sacas?
Bueno, aunque parezca mucho tiempo, realmente son pocos años. Hemos trabajado para mejorar la calidad asistencial y realizar el estudio de la mejor forma posible. Reconozco que el camino no es fácil, sobre todo al principio cuando tienes que crearla desde cero como fue nuestro caso, pero el apoyo del equipo, la facilidad que Ricardo Ruiz Villaverde (nuestro jefe) y el equipo de enfermería (Víctor Alfredo Cassini Gómez de Cádiz) y auxiliares de enfermería (Josefa, Fina) han dado pie a que el proyecto siga creciendo. A día de hoy recibimos pacientes no solo de nuestro hospital, sino también de otras áreas como de Jaén o Almería, ya que nuestra unidad está abierta para todos los compañeros que la necesiten. Hemos empezado también a formar a residentes de otros hospitales [Irene Rivera Ruiz (Hospital Reina Sofía, Córdoba) y Beatriz Sanz Cabanillas (Hospital Costa del Sol, Marbella)] fueron las primeras), y eso personalmente me hace mucha ilusión y me motiva a seguir mejorando para cumplir las expectativas de los rotantes. También recibimos residentes de alergología, especialidad cercana y con la que mantenemos buena relación, con la que trabajamos casos conjuntamente. Estamos pendientes de iniciar el estudio fotobiológico, un tema que me ilusiona y completa la unidad, y en esto vuelvo a agradecer a nuestro jefe el hacerlo posible, y a Pepe Aguilera, que creo que todo el mundo ya lo conoce por ser un genio de la fotobiología no solo en Málaga, sino un referente para todos los que nos adentramos en este tema. Si tuviera que concluir con algo, diría que quién esté motivado para empezar el camino de la Inmunoalergia cutánea, que se lance a la piscina, que vale la pena, y por supuesto estoy dispuesto a ayudarles en todo lo que pueda.
Cuáles son los aspectos a mejorar en las unidades de eczema de contacto e Inmunoalergia cutánea, ¿qué mensajes les mandarías a tus compañeros?
Aunque pueda sonar gracioso, los residentes escribieron los “mandamientos del servicio”, y uno de ellos es que “todo puede ser una dermatitis de contacto hasta que se demuestre lo contrario”, y aunque parezca una broma, realmente hay pacientes infradiagnosticados porque no se han estudiado (ni bien, ni mal) y pueden padecer cuadros de dermatitis crónica de difícil manejo. La dermatitis de contacto puede ser eczematosa y no eczematosa, por lo que la sospecha clínica debe estar presente, o bien considerarla dentro del diagnóstico diferencial. Si un servicio de dermatología tiene una unidad de eczema de contacto, estoy seguro que aumentará la proporción de pacientes que se estudian con pruebas epicutáneas, resolviendo el problema en los casos que ese sea el diagnóstico definitivo. Con esto también me gustaría destacar que la dermatitis de contacto no entiende de edades, y los niños o los ancianos también la padecen, y sabemos que en la edad pediátrica está infradiagnosticada porque no son estudiados, siendo una prueba complementaria segura en cualquier edad.
Me gustaría finalizar la entrevista invitando de nuevo a mis compañeros a asistir y participar en el GEIDAC 2024 que se celebrará en Granada del 19 al 21 de septiembre, que aporten sus trabajos y se acerquen (si todavía no lo han hecho) a este “mundillo” que son las enfermedades inmunoalérgicas.