Cada año se diagnostican 5.000 casos de melanoma en España. De hecho, la mitad de los diagnósticos realizados en consulta ambulatoria dermatológica en nuestro país son de patología tumoral. Sin embargo, los datos que arroja este año la Coalición Global para la Defensa del Paciente con Melanoma (la alianza de organizaciones benéficas relacionadas con el melanoma) en una encuesta realizada a más de 700 dermatólogos de todo el mundo reflejan estragos en el ámbito dermatológico tras la llegada del SARS-CoV-2.
Concretamente, la pandemia de Covid-19 ha ocasionado un descenso diagnóstico del 21% de los casos de melanoma, lo que se traduce en 1.113 casos sin diagnosticar en nuestro país y 60.000 a nivel mundial.
En este contexto, cabe destacar que la caída de las restricciones y los cierres perimetrales de la mayoría de los territorios coincide con la llegada del verano, de manera que la recuperación del ocio estival y las escapadas a la playa van a estar muy marcadas por las exposiciones solares directas propias de la época. En este contexto, la fotoprotección vuelve a ser esencial y a estar más presente que en cualquier otro periodo del año.
Los dermatólogos de la AEDV recuerdan que tanto la radiación ultravioleta UVB como la UVA inducen daño en la piel, dando lugar a un proceso fisiopatológico que juega un papel importante en el desarrollo de cáncer de piel y en el envejecimiento prematuro. Por tanto, evitar la quemadura es crucial, ya que el riesgo de melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras.
“Es fundamental establecer unos hábitos adecuados frente a la radiación solar para poder aprovechar sus beneficios y minimizar sus riesgos”, asegura el Dr. Agustín Buendía, director de campañas de la Fundación Piel Sana de la AEDV.
Con motivo del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel que se celebra el próximo 13 de junio, desde la Academia se publica una serie de hábitos dermosaludables para disfrutar del sol con responsabilidad: