Como principales novedades, la cosmética neurosensorial, los derivados de cannabinoides y el agua de mar ocuparán un lugar importante en el diseño y composición de cosméticos
Además, los dermatólogos presentes en GEDET han compartido las principales novedades en piel sensible dirigidas al diagnóstico con el objetivo de ofrecer un tratamiento más rápido y eficaz
Del 14 al 16 de noviembre se celebra la XXXI Reunión del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV
La cosmética personalizada se ha visto impulsada por el aumento de la sensibilidad a determinados componentes de los cosméticos, a un mayor uso de estos por parte de la población y a la apertura de un nuevo nicho de negocio. Debido a su auge, ha sido uno de los temas tratados durante la XXXI Reunión del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV (GEDET).
Entre los posibles avances del futuro en dermocosmética, el Dr.
Manuel Asín Llorca, uno de los dermatólogos que estará presente en esta reunión, ha querido reseñar que “la cosmética neurosensorial, los derivados de cannabinoides y el agua de mar van a ocupar un lugar importante en el diseño y composición de cosméticos”.
Existe una tendencia a lo natural, tanto en la composición de los cosméticos como en sus efectos. Se huye de los cambios drásticos y los tratamientos en pocos días están totalmente desterrados. Además, la industria cosmética ha ido un paso más allá y ya ofrece productos diseñados específicamente para las necesidades de cada consumidor.
Tal y como apunta el doctor Dr. Asín Llorca, “es lógico pensar que serán mejor tolerados por estos pacientes y, al no producirle molestias, su empleo estará asegurado, pero, por otra parte, la evolución de la industria cosmética hace que aparezcan cada día más sustancias de indiscutible eficacia que no pueden ser incorporadas de manera inmediata a este tipo de cosméticos. En la cosmética personalizada, hay un doble componente científico y de marketing”.
El origen de la cosmética personalizada tiene su origen en el tratamiento de pacientes con sensibilidades a sustancias contenidas en los cosméticos, especialmente los conservantes. Esta nueva tendencia comienza con el estudio de las sensibilidades individuales y la elaboración de cosméticos sin aquellas sustancias ante las que reacciona el paciente. A partir de ahí se han desarrollado una serie de sistemas que elaboran preparados específicos para cada paciente en función de su tipo y estado de piel.
Las novedades de piel sensible se dirigen al diagnóstico
El avance de la tecnología en el campo de la Dermatología permite un diagnóstico y tratamiento de enfermedades de manera más rápida y eficaz. Actualmente, en esta especialidad existen diferentes pruebas que cuantifican y clasifican adecuadamente cada una de las patologías. Y tal y como se ha puesto de relieve en la presente edición de GEDET, en el tratamiento de la piel sensible también se han aportado importantes novedades. “La mayor parte de los avances se concentran en dos áreas concretas: el mejor diagnóstico de los factores que ocasionan sensibilidad cutánea y el empleo de formulaciones cosméticas cada vez más respetuosas con todos los tipos de piel”, apunta el
Dr. Juan García Gavín, otro de los dermatólogos que será ponente en esta reunión.
El término de piel sensible, que comenzó a utilizarse hace décadas en la literatura científica y con el paso de los años ha ido adquiriendo mayor protagonismo en la dermatología, corresponde a un síndrome que fundamentalmente se manifiesta por síntomas subjetivos como escozor, dolor, tirantez, molestias imprecisas y, a veces, se asocia a signos locales de irritación. En este tipo de piel hay una disminución del espesor de la capa córnea y una alteración de la función de barrera que hace que la piel responda de forma anormal o exagerada a los estímulos medioambientales.
Los pacientes con piel sensible experimentan episodios de enrojecimiento, descamación y picor con mayor frecuencia. También intolerancia o reactividad a numerosos productos tópicos, cosméticos e incluso cuando la persona realiza su propia higiene con agua.
No obstante, en el Congreso se ha puesto de relieve que el origen de la piel sensible es muy diverso, cada paciente refiere y presenta sus propios síntomas. En general, hay una sintomatología subjetiva muy variada que puede mostrarse como dolor al picor, ardor, quemazón o sensación de tirantez, pero también aparecen síntomas objetivos que muchas veces no se presentan. Tal y como señala el
Dr. Salvio Serrano, “los desencadenantes son muchos, muy variados y diferentes, y cambian de unos pacientes a otros. Quizás los más frecuentes son la aplicación de cosméticos y/o fotoprotectores, el clima -tanto frío como calor o aire acondicionado-, olores fuertes, exposición a productos de limpieza o el contacto con algunas ropas”.
En el tratamiento de la piel sensible, es fundamental controlar si existe la enfermedad de base y orientar al paciente en una gama de cosméticos compatible con su problema. En este sentido, el dermatólogo juega un papel crucial como especialista en enfermedades y cuidado de la piel, además de conocedor de técnicas avanzadas dentro de la dermatología estética y terapéutica. Así, el Dr. García Gavín indica que “es fundamental la valoración de un especialista para un correcto diagnóstico y descartar enfermedades que cursen con sensibilidad cutánea, incluyendo demodecidosis [enfermedades causadas por ácaros], rosácea, dermatitis seborreica o eczemas de contacto”.
En la misma línea se sitúa el Dr. Serrano, que añade que “siempre, en Dermatología, antes de programar un tratamiento, el especialista tiene que saber la causa de esas molestias, la base, qué ocurre en esa piel para que reaccione así”. Además, el diagnóstico y seguimiento por parte del dermatólogo permitirá tener “una historia clínica detenida del paciente con el objetivo de tratar la enfermedad de base y evitar los desencadenantes conocidos”, concluye el doctor y uno de los coordinadores de las sesiones terapéuticas en GEDET 2019.]]>