¿Cómo influyen los equipos de protección individual en la función barrera epidérmica y en las enfermedades de la piel?
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22 marzo, 2021Confiesa que quienes le recuerdan de niño, le dicen que siempre quiso ser médico. Desde su infancia, la medicina fue su objetivo de vida y la dermatología llegó, entre otras cosas, gracias a profesores “tan apasionados y sabios” como el profesor Mascaró.
El Dr. José Manuel Carrascosa Carrillo, Jefe de Servicio de Dermatología en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol y nuevo coordinador del Grupo de Psoriasis de la AEDV, destaca entre sus intereses, más allá de la medicina y la dermatología, el senderismo y los viajes.
“Veo mi vida profesional como un camino, en el que lo que interesante es lo que haces durante el viaje”.
De viajes y de historias es una de las últimas películas que ha visto y que recomienda: Noticias del gran mundo, porque “aunque las historias sean siempre las mismas, siguen siendo buenas historias si se cuentan bien: con trabajo y pasión”.
Pasión también le pone cuando habla sobre su trabajo en dermatología y sus próximos proyectos en el Grupo de Psoriasis (GPs):
¿Cuáles son los objetivos para esta nueva etapa como coordinador del GPs?
El GPS es uno de los grupos más dinámicos de la AEDV. Conducir con éxito esta enorme energía es un gran reto en sí mismo. En investigación, la propuesta es la ser capaces de crear y tirar adelante proyectos multicéntricos propios, y la de ofrecer el soporte del grupo a iniciativas de sus miembros de interés global. Será necesario mantener y profundizar nuevos caminos docentes, aprovechando el salto cualitativo tecnológico que nos hemos visto obligados a adoptar durante la pandemia. Este cambio habrá que convertirlo en oportunidad.
El GPS debe ser una entidad dentro de la AEDV con capacidad para dar asesoría estadística, metodológica, gestionar con eficiencia la gran cantidad de información que nos llega y aprovechar las oportunidades. Debemos continuar el camino iniciado por los coordinadores previos y profundizar en la comunicación con la sociedad, con las instituciones, con otras sociedades científicas y, por supuesto, los pacientes. El GPS debe ser el referente nacional en la AEDV al que, de forma natural, acudan los interlocutores implicados en temas de psoriasis.
También buscaremos una mayor proyección internacional del grupo, para asentar y gestionar la gran productividad científica que es capaz de generar.
Con la industria, exploraremos caminos comunes y de colaboración en proyectos considerados estratégicos para el GPS con la máxima transparencia y honestidad. Convencidos que el trabajo conjunto será bueno para todos, pero sobre todo para los pacientes.
¿Qué proyectos tiene el GPs en marcha?
La actividad es muy notable. Están en marcha proyectos de recogida de datos de fármacos en vida real, uno de los grandes activos del GPS (Guselkumab, Certolizumab, Tildrakizumab, Risankizumab, biosimilares…). También nuevas recomendaciones, como las recomendaciones en psoriasis pediátrica, o actualizaciones con respecto al uso de nuevos fármacos. Pero no dejan de aparecer otros nuevos…
¿La psoriasis sigue siendo una enfermedad poco conocida para la población en general o, a diferencias de otras enfermedades dermatológicas, es bien conocida?
Los últimos años han significado un salto cualitativo en la difusión y el conocimiento de la enfermedad. No sólo entre los dermatólogos y los facultativos en general, sino también entre la población general. Pero, todavía queda mucho por hacer. En este punto, es fundamental la colaboración con las asociaciones de pacientes. Y contar con el apoyo de todos los miembros implicados en sus territorios.
Como dermatólogo, ¿cuáles consideras que son los principales retos de la especialidad?
Uno de los retos principales es la capacidad de gestionar la complejidad y la superespecialización. De hecho, muchos dermatólogos no seríamos capaces de hacer lo que hacen otros compañeros del mismo hospital. El reto es el de seguir manteniendo el espíritu del dermatólogo clásico. El clínico que primero es médico y conoce a fondo la piel. Pero es una opinión muy personal.
¿Qué avances han sido los más importantes en psoriasis?
El dinamismo en psoriasis es tal que incluso a los que más nos dedicamos a esta enfermedad nos cuesta seguir las novedades. El gran motor ha sido el salto cualitativo en patogénesis y su repercusión traslacional en terapéutica. Pero este punto ha sido el gran motor del cambio en prácticamente todos los aspectos.
A nivel terapéutico, ¿qué se puede mejorar en la psoriasis?
Hemos llegado a techos de respuesta terapéutica casi inimaginables una década atrás. A un paciente con psoriasis grave le podemos afirmar que las posibilidades de que seamos capaces de controlar su enfermedad, antes o después, de forma muy satisfactoria, son muy grandes.
Siempre quedan retos: el mantenimiento de la respuesta, asegurar la seguridad y, muy importante: conseguir que los nuevos avances en terapéutica pueden llegar a la mayoría de los pacientes. También conocer más cómo integrar la psoriasis junto con otras enfermedades inflamatorias crónicas, para afrontarlas de forma holística.
Por último, también estaría curar la psoriasis, claro está.
¿Qué descubrimiento, en términos médicos, podría suponer una mejora considerable para los pacientes con psoriasis?
Hacer realidad la “personalización” del manejo y el tratamiento. Conocer qué pacientes evolucionarán hacia formas más graves, quiénes desarrollarán artropatía, comorbilidades o qué pacientes responderán mejor y con mayor seguridad a distintos tratamientos.