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23 noviembre, 2020Eva Chavarría Mur nueva coordinadora del Grupo de Enfermedades Autoinmunes y Sistémicas (GEDEAS)
25 noviembre, 2020La gran mayoría de productos de higiene, cosméticos y del hogar contienen fragancias que hacen más agradable su uso. Sin embargo, estas sustancias olorosas constituyen la segunda causa más frecuente de alergia de contacto, tanto en la población en general (1-4%) como entre los pacientes con dermatitis de contacto (6-14%).
Realizar pruebas epicutáneas con la batería específica de fragancias permite a los dermatólogos aconsejar qué fragancias concretas hay que evitar y, por tanto, qué productos. A pesar de que existe una regulación en Europa sobre el etiquetado obligatorio de 26 fragancias, todavía son muchos los envases en los que solo se menciona la presencia de ‘perfume’. Por este motivo, incluso aunque un paciente conozca la sustancia concreta que le genera dermatitis de contacto alérgica, en ocasiones debe de seguir evitando todos los productos perfumados, ya que muchos no detallan al completo sus componentes, bien por contener fragancias a baja concentración, por contener fragancias no incluidas en la lista de declaración obligatoria o por incumplimiento de la normativa.
“Habría que legislar mejor el etiquetado de las fragancias, ya que, después de los metales, son la causa más importante de dermatitis de contacto alérgica”, explica María José Sánchez Pujol, residente de cuarto año en el Hospital General Universitario de Alicante y primera firmante de un trabajo, en el que han participado dermatólogos de 23 centros hospitalarios y miembros del GEIDAC, que ha analizado la sensibilización frente a 14 fragancias, y que ha recibido el premio AEDV-Almirall al ‘Mejor trabajo sobre eccema y alergia cutánea, profesor Giménez Camarasa 2020’ en el I Congreso AEDV Virtual Otoño 2020.
Como explica el Juan Francisco Silvestre Salvador, ideólogo y coordinador de este trabajo, se trata de una investigación ambiciosa en la que tan solo “el trabajo de campo (recogida de datos) me llevó 5 años. La primera parte de este proyecto ya fue publicada en 2019 en ‘Contact Dermatitis’ (revista con gran impacto científico). Esta segunda entrega, que ha liderado Maria José Sánchez Pujol, también está siendo evaluada para su publicación.
Su objetivo era conocer la frecuencia de sensibilización a las fragancias individuales de la mezcla de fragancias I y la mezcla de fragancias II para cada una de las características clínicas y demográficas incluidas en el índice MOAHLFA, que incluye el porcentaje de hombres, dermatitis ocupacionales, dermatitis atópica, eccema de manos, de piernas, facial, y pacientes con edad superior a 40 años.
Los autores del trabajo realizaron, a lo largo de esos cinco años, pruebas epicutáneas con la serie estándar española en 19.588 pacientes, de los cuales 1.590 (8,1%) tuvieron reacciones positivas al menos a un marcador de alergia a fragancias. Finalmente, 1.013 fueron testados con una batería de fragancias específica.
Las fragancias más alérgenas
Los resultados obtenidos muestran que en los hombres (363), la fragancia E. prunastri (aroma que recuerda a la madera, tierra, algas marinas) fue el alérgeno más frecuente. Por el contrario, en las mujeres (650 testadas) fue el geraniol (olor dulce, floral, a rosas) la fragancia en más ocasiones causaba sensibilización.
El estudio recuerda que se ha descrito que, en las mujeres, las fuentes más comunes de sensibilización a fragancias son los perfumes y desodorantes, que también son fuentes de elicitación, ya que pueden generar un eccema en las personas que ya están sensibilizadas. En hombres, en cambio, son las lociones aftershave y los desodorantes.
Entre los niños (28), el principal alérgeno encontrado fue isoeugenol, fragancia que también generaba sensibilización a los pacientes con historia de dermatitis atópica. “Es probable que isoeugenol en nuestro medio esté presente en productos dirigidos a niños y a atópicos (quizás a concentraciones menores a las necesarias para aparecer de manera obligatoria en el etiquetado)”, explica el artículo.
En los pacientes jubilados (205) predominó la sensibilización a geraniol y E. prunastri. “Precisamente, el geraniol puede formar parte de la composición de tratamientos tópicos como cremas para las úlceras, algo que debería tenerse en cuenta dada la sensibilización a esta fragancia observada en nuestro estudio”, explica esta residente de dermatología.
Por regiones corporales afectadas, geraniol fue el alérgeno más frecuentemente encontrado en los pacientes con eccema de manos, cara y piernas. Si se concreta en pacientes con eccema de piernas, la mayoría de los casos implicaban a alérgenos como geraniol, E. prunastri e isoeugenol. Por el contrario, en los pacientes con eccema de manos predominaron Lyral, geraniol y citral. Del mismo modo, en los casos con eccema de cara, encontramos pacientes sensibilizados a geraniol, a Lyral, y a citral.
Los pacientes con dermatitis ocupacional estaban principalmente sensibilizados a citral, mientras que los pacientes con historia de dermatitis atópica estaban sensibilizados más frecuentemente a Lyral e isoeugenol.
“Citral es uno de los componentes más frecuentes de los productos de limpieza domésticos, en los que se busca el aroma a cítrico, de ahí que el contacto directo con estos productos del hogar probablemente está detrás de las altas tasas de sensibilización al citral en los casos de eccema de manos y en las dermatitis de origen ocupacional”, indica el Dr. Silvestre Salvador.
Los autores de este trabajo también destacan que E. prunastri está presente en el etiquetado de relativamente pocos productos cosméticos, lo cual contrasta con las tasas altas de sensibilización encontradas a este alérgeno. “Esta discrepancia ha sido relacionada con la posibilidad de su presencia en concentraciones menores a las necesarias para ser declaradas en múltiples productos. Se ha descrito que la fragancia Evernia prunastri contiene atranol y cloroatranol, dos compuestos que le confieren un poder altamente sensibilizante incluso a muy baja concentración”.
Conocer los alérgenos y mejorar el etiquetado
Como explica Sánchez Pujol, “las empresas, a la hora de diseñar sus productos, tienen en cuenta el público al que van a ir dirigidos. Los productos diseñados para mujeres presentan unos olores característicos –y unas fragancias– diferentes a los productos para hombres, o para bebés. También cambian según el tipo de producto cosmético y su uso (las fragancias utilizadas en la composición de un desodorante difieren de las de una crema hidratante, e incluso las fragancias en una crema facial son distintas a las de una crema de manos). Incluso estas fragancias están presentes en tratamientos tópicos”, aclara esta médica del Hospital de Alicante.
Por tanto, debido al uso generalizado de estas fragancias y su papel en la generación de dermatitis de contacto alérgica, “debería considerarse la realización de pruebas epicutáneas con marcadores de alergia a fragancias, incluyendo la mezcla de fragancias I y la mezcla de fragancias II en la población con eccema crónico o refractario al tratamiento. Además, testar las fragancias individuales de la mezcla de fragancias II cobra mayor interés en los pacientes con eccema de manos, de cara, con dermatitis atópica o dermatitis ocupacional. Realizar únicamente pruebas epicutáneas con TRUE TEST –que no contiene lyral ni la mezcla de fragancias II—en estas poblaciones puede dejar importantes sensibilizaciones sin detectar”, explica Sánchez Pujol.
Por otro lado, conocer los alérgenos más frecuentes entre las fragancias puede ayudar a los gobiernos, a los clínicos, a la industria y a los consumidores a afrontar los problemas relacionados con esta frecuente causa de dermatitis de contacto por alergia.
“A la vista de nuestros resultados, la industria podría diseñar productos en ausencia o con disminución de la concentración de las fragancias involucradas en esta patología dirigidos a un público concreto y a un uso determinado. Además, el etiquetado completo, –y no solo de las 26 fragancias de declaración obligatoria– independientemente de la concentración, permitiría optimizar el diagnóstico de las alergias específicas a sustancias concretas”, concluye el Dr. Silvestre Salvador.
Si no pudiste ver esta comunicación, puedes consultarla ahora en la web del Congreso.