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11 noviembre, 2020Estuvo en una planta COVID en la primera ola de la pandemia, su lugar de trabajo, el Hospital Parc Taulí, en Sabadell (Barcelona) que, con una capacidad de 500 camas, llegó a albergar a 700 pacientes. Su trabajo, además de desarrollar funciones de internista y neumólogo, no se limitó a la atención directa de los pacientes, sino que se disparó en muchas otras dianas. Ahora, meses después, el Dr. Jorge Romaní de Gabriel, dermatólogo del Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) hará memoria de lo ocurrido en la primera sesión que se impartirá en el I Congreso AEDV Virtual Otoño 2020.
Días antes, este dermatólogo adelanta unas palabras a la web de la AEDV y recuerda que, a lo largo de las 4 semanas que estuvo en planta para atender a pacientes con coronavirus, también realizó teledermatología, se involucró en el estudio COVID Piel (“fuimos los primeros que vimos las famosas perniosis y lo publicamos en un artículo en Actas en abril”) y se implicó en múltiples aspectos del ensayo clínico que el Dr. Oriol Mitjà realizó para ver si la hidroxicloroquina era un buen tratamiento profiláctico.
“Fueron semanas sin parar, dormía poco porque estaba involucrado en varios proyectos. También formé parte del comité que mi hospital organizó para establecer los tratamientos que dábamos a los pacientes COVID. Los dermatólogos sabemos bastante de inmunología, tenemos experiencia con terapias inmunomoduladoras y por eso se contó con nosotros para decidir qué tratamientos podían ser mejor para evitar la tormenta de citoquinas”, explica el Dr. Romaní de Gabriel quien señala que, a sus 50 años, esta pandemia le ha servido para saber lo es capaz de hacer.
A pesar de lo logrado, se muestra crítico con la organización sanitaria ante esta pandemia. “Creo que ahora se debería contratar a más internistas. No se pueden escudar en que no hay. El problema es que pagan poco. Cobramos un tercio de lo que cobra un médico inglés. En Cataluña, tenemos el sueldo un 5% recortado desde 2008. Hay tramos (categorías) que se conceden, pero que no se pagan. El sistema no puede entender que nosotros, los dermatólogos, somos unos reservistas. Porque nuestros pacientes quedan sin operar o atender, y las lesiones se hacen más grandes y el pronóstico empeora”, reclama.
El cambio no debería darse solo a nivel administrativo, sino también en la población: “antes nos aplaudían y ahora dicen que la huelga no es necesaria, que somos privilegiados porque somos funcionarios. Y ni siquiera esto siempre es así, por ejemplo, en Cataluña no somos funcionarios, tenemos contratos indefinidos, pero no somos funcionarios. Creo que nuestro sueldo debería estar acorde con la preparación y la entrega”.
En su hospital, la situación ahora es menos grave que en marzo o abril, pero aun así cada vez hay más pacientes con coronavirus. “Esta semana ya estamos atendiendo las plantas COVID por turnos. Esto implica que, en nuestro caso, tenemos que desprogramar una semana entera de quirófanos, con el perjuicio para los pacientes. Pero los dermatólogos no somos los únicos, también les ocurre a los traumatólogos y otros especialistas”.
“En un estado de alarma, entiendo que esto ocurriera, pero ahora no. No creo que la situación sea tan apocalíptica como aquella, pero no deja de ser un purgatorio sostenido”, concluye.
I Congreso AEDV Virtual Otoño 2020: Inscripción online