El problema de las alergias cutáneas
10 diciembre, 2015Reunión ‘Avances en dermatología’
5 enero, 2016La psoriasis siempre ha suscitado la atención de los dermatólogos, entre otros motivos, por el número de afectados (más de 125 millones en todo el mundo, de los que un millón corresponde a España). Este protagonismo se verá notablemente impulsado en el ya inminente 2016, a través de dos actos científicos de singular importancia. Los próximos 22 y 23 de Enero, el Grupo de Psoriasis de la AEDV celebrará su reunión nacional, por primera vez en formato de Congreso, para profundizar en el estudio de este trastorno dermatológico. Y, del 7 al 9 de Julio, tendrá lugar en París el Congreso Internacional sobre Psoriasis.
El protagonismo de esta afección está más que justificado. Al elevado número de afectados, se añade la imbricación psicológica, con repercusiones notables sobre las relaciones sociales y familiares, particularmente sobre la vida en pareja.
Aunque se ha avanzado mucho en su conocimiento, la psoriasis sigue constituyendo un campo de investigación apasionante. Todavía es una enfermedad crónica sin cura definitiva, donde los tratamientos médicos se limitan a frenar el proceso de avance, hacer más llevaderos los síntomas y lograr cada vez periodos mas largos de remisión. Por otra parte, la variada localización y los diversos tipos de psoriasis, sin olvidar la propia actitud de los pacientes, hacen que resulte imprescindible una singularización en los tratamientos.
A esta variedad de tipologías y de localizaciones se corresponde otra variadísima gama de reacciones por parte de los pacientes. Hay desde quienes tratan de ocultar la enfermedad hasta los que se destruyen psicológicamente. Todo ello exige una especial dedicación por parte del dermatólogo, que incluye el diálogo y el apoyo moral al paciente, orientándole hacia una atención especializada en los casos que se intuyen graves.
Y es que las lesiones psicológicas provocadas por la psoriasis vienen a ser, en ocasiones, más graves que las propias escamas en la piel.
Dr. Miguel Aizpún