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4 febrero, 2022La Dra. Pilar Gómez Avivar (Piluca) ejerce como dermatóloga en el Hospital Torrecárdenas de Almería y es vocal por Almería de la Sección Andaluza de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Realizó su residencia entre los años 2000 y 2004el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Repites como vocal por Almería en esta Junta Directiva, ¿cómo está la salud de la piel de los almerienses?
Los almerienses están cada vez más concienciados con la salud y el cuidado de su piel, porque en Almería hace sol todo el año. La mayoría de la gente utiliza factor alto de protección solar todos los días, incorporado en su rutina diaria. Cuida más su piel, ya sea por cuestiones médicas o por estéticas. Hay más prevalencia de cáncer cutáneo en Almería que en otras regiones de España.
En Almería, tenéis una población significativa de personas de color. ¿Cuál es la patología más común en la piel del inmigrante?
Generalmente, es la misma que otras razas: suelen ser problemas de dermatitis atópica, hongos, alopecia… pero también vemos enfermedades importadas.
También en Almería realizáis formaciones cada dos años acerca de la piel del inmigrante “La piel en tecnicolor”, ¿cuándo es el próximo evento?
Desde el año 2009 se ha venido realizando esta actividad cada dos años. El último fue en 2019, y lo hicimos coincidir con la reunión andaluza que celebramos en Almería.
Se retomará cuando nos podamos reunir con seguridad y con todas las garantías que ofrezcan las autoridades sanitarias. La Dra. Mercedes Alcalde es la coordinadora y organizadora de “La Piel en Tecnicolor”; desde sus inicios ha tenido mucho éxito.
¿Qué es la dermatología estética y qué beneficios aporta a la población?
Ha aumentado la esperanza de vida; la gente vive más y mejor. Tiene unos hábitos más saludables y desea sentirse mejor. Quieren cuidarse y envejecer con dignidad de forma armónica, mantenerse más saludables y sentirse más guapos. Eliminando esas manchas que le molestan porque no han tenido buenos hábitos, ni buena prevención en el pasado, y quieren sentirse mejor en el plano estético, quieren que desaparezcan aquellas “imperfecciones” o “defectos” que les incomodan. Aporta autoestima y seguridad a la persona.
¿Cuándo comienza a trabajar en esta disciplina?
Comienzo a formarme en esta especialidad en el año 2010, que es poco después de cuando empecé a ejercer como dermatóloga estética en la consulta privada. Pero es un campo en el que siempre estoy formándome por todas las novedades que aparecen día a día.
¿Qué barreras ha tenido que superar la dermatología estética?
Antes se pensaba que era algo superficial, costoso, que no éramos merecedores de estas técnicas, y la gente no quería invertir dinero en tratamientos estéticos. En la actualidad la dermatología estética está ganando adeptos porque la gente se quiere sentir bien, mejorar su bienestar físico y emocional, igual que las personas van al psicólogo, a yoga o a otras terapias para mejorar su aspecto físico y bienestar emocional. Por suerte o por desgracia, nuestra imagen es la carta de presentación hacia otras personas.
¿Cuál es la respuesta del paciente con uso de la dermatología estética?
Es importante conocer las expectativas del paciente y saber hasta dónde podemos llegar como profesionales sanitarios; hay que aconsejar con criterio ético y motivarlas. Muchas veces llegan pacientes a consulta con baja autoestima que vienen de otros centros y no han sido tratados de forma adecuada y hay que revertir el daño. Por eso es muy importante que los pacientes que quieran realizar mejoras acudan a un dermatólogo o médico estético certificado, para que realice el tratamiento de forma armónica y que acompañe al bienestar psíquico del paciente. Le explicamos al paciente que hay que mejorar su aspecto, pero no cambiar.
¿Qué papel cumple la dermatología estética en estos tiempos de pandemia?
Ha habido un boom en la demanda de dermatología estética en esta época de pandemia COVID19.
En primer lugar, porque con las videollamadas la gente se estaba observando en la pantalla en todo momento; era como estar frente al espejo durante bastante tiempo, incluso no estaban pendientes de las otras personas, sino que eran más conscientes de sus arrugas, sus manchas o imperfecciones faciales, como la flacidez. Nunca antes habían tenido tanto tiempo para pararse a observarse, y además hemos estado más tiempo en casa sin maquillarnos y arreglarnos. La gente se ha estado deteniendo a observar lo que antes no habían observado. Generalmente por falta de tiempo o porque nunca habían estado tanto tiempo sin arreglarse, maquillarse…
En segundo lugar, es que aprovechando el uso de las mascarillas, se reduce la visibilidad de los posibles hematomas o si presenta mucho cambio tras el tratamiento.
Y en tercer lugar, es que también creo que la gente ha comprobado que una pandemia puede parar el mundo o que todo se puede acabar en cualquier momento y que no se debe dejar para mañana o para el futuro algo que estaba entre su lista de deseos. “Ahora es el momento, para qué voy a dejarlo para más adelante”, conseguir ese placer instantáneo. Este es el pensamiento de mucha gente que atendemos en la consulta.
¿Cuáles son los retos del futuro a los que os enfrentáis los dermatólogos con la dermatología estética?
Tenemos que mantener nuestro sitio dentro del campo de la estética porque cada vez más hay otros especialistas que están realizando estos tratamientos. El dermatólogo es el que mejor conoce la piel, y por lo tanto tenemos que abogar por mantener nuestro lugar en el sistema y luchar para que la DERMATOLOGÍA ESTÉTICA sea una especialidad certificada con título acreditado y certificado.