Fallecimiento del Dr. Emilio Quintanilla
28 diciembre, 2021Campus de Residentes | Éxito de la 7ª Edición del Curso de Cirugía Dermatológica para Residentes R2
17 enero, 2022El descubrimiento, publicado este martes en la revista ‘Cell Reports’ y liderado por investigadores españoles, ofrece nuevas pistas sobre el comportamiento del cáncer de piel a nivel celular y facilita el desarrollo de nuevas dianas terapéuticas para tratar la enfermedad.
Un estudio publicado en la revista Cell Reports detalla los mecanismos moleculares que apoyan las defensas naturales del cuerpo contra el desarrollo del cáncer de piel. Los hallazgos ofrecen nuevas pistas sobre el comportamiento del cáncer de piel a nivel celular, allanando el camino para posibles nuevas dianas terapéuticas para tratar la enfermedad.
El equipo científico liderado por la Dra.Fátima Gebauer del Centro de Regulación Genómica (CRG) llevó a cabo el estudio recopilando queratinocitos de ratón, el tipo de célula cutánea más abundante en la epidermis. Los queratinocitos pueden dar lugar a varios tipos de cáncer de piel, incluidos los carcinomas de células basales y escamosas, dos de los cánceres humanos más frecuentes.
De manera experimental, el grupo introdujo genes que promueven la formación del cáncer, induciendo a las células hacia un estado de senescencia. Así, descubrieron que cuando se agotan los niveles de CSDE1, las células no pueden experimentar la senescencia y se inmortalizan, un paso necesario para el desarrollo del cáncer.
Experimentos con células sin CSDE1 revelaron que cuando estas se implantan bajo la piel de los ratones, comienzan a formar tumores malignos. Sorprendentemente, todos los ratones tratados de esta manera desarrollaron carcinomas de células escamosas al cabo de entre 15 y 20 días, destacando el rol clave de CSDE1 en la supresión de tumores.
El equipo científico descubrió que CSDE1 promueve la supresión de tumores a través de dos mecanismos diferentes. CSDE1 hace que la célula secrete un cóctel de citoquinas y enzimas que obligan a la célula a entrar en un estado de detención permanente del crecimiento. CSDE1 también detuvo la síntesis de YBX1, una proteína conocida previamente por promover el crecimiento y la agresividad de los tumores.
Los hallazgos del estudio son sorprendentes porque el CSDE1 se ha relacionado previamente con la promoción de la formación de cánceres, no con su supresión. Estudios previos desarrollados por el mismo grupo dirigido por la Dra. Gebauer encontraron que CSDE1 promueve la formación de metástasis en el melanoma, un tipo de cáncer de piel menos común pero más agresivo. Otros estudios han demostrado que el CSDE1 está relacionado con la proliferación de tumores en muchos tipos de cáncer.
“CSDE1 es el ‘Dr. Jekyll y Mr. Hyde’ de las proteínas. Tiene una dualidad impredecible según el tipo de célula y tejido en el que se encuentre,” explica la Dra. Gebauer, co-coordinadora en funciones del programa de investigación de Regulación Génica, Células Madre y Cáncer del CRG, y autora principal del estudio. “No sabemos por qué esta proteína promueve el cáncer en algunos casos y lo suprime en otros. Encontrar la causa principal de este fenómeno tendrá importantes implicaciones para el descubrimiento de nuevos tratamientos personalizados contra el cáncer.”
CSDE1 es un tipo de proteína que monitoriza el ARN. Estas proteínas se adhieren al ARN, a menudo en el momento en que se transcriben y pueden cambiar su función. Una posible teoría que explica por qué CSDE1 se comporta de manera diferente en las células normales de la piel comparadas con células cancerosas es la existencia de variantes ligeramente diferentes en cada tipo de célula. Esto podría afectar a la maquinaria molecular de la célula de diferentes maneras.
El estudio es uno de los pocos que examina el rol de las proteínas que se adhieren al ARN, un nuevo campo emergente en la investigación del cáncer, en el establecimiento de la senescencia celular. “Durante mucho tiempo se pensó que las proteínas que se adhieren al ARN son moléculas universales que las células usan para el mantenimiento general, y que además no pueden ser reguladas para el beneficio terapéutico. Cada vez está más claro que esto no es cierto y que es un campo emergente fundamental para comprender las enfermedades humanas,” concluye la Dra. Gebauer.
REFERENCIA:
Avolio et al., 2022, Cell Reports 38, 110211 January 11, 2022. https://doi.org/10.1016/j.celrep.2021.110211