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24 diciembre, 2020Identificado el mecanismo que está detrás del carcinoma de células escamosas de la piel y de otros tipos de tumores
4 enero, 2021En los últimos años ha publicado en las mejores revistas científicas, como Nature, Cell Stem Cell, Cell Reports… Los resultados en investigación básica vinculada a las células madre y al cáncer del trabajo de Ievgenia Pastushenko están siendo más que fructíferos. El último estudio también publicado en Nature muestra cuál es la función de una mutación genética en el desarrollo de varios tipos de cáncer, incluido el carcinoma de células escamosas de la piel.
Esta doctora ucraniana, residente ahora en Bélgica, cuenta para la web de la AEDV cómo fueron sus comienzos en medicina y cómo surgió su vinculación con España y con la Academia Española de Dermatología.
“Si lo pienso bien, todo surgió un poco por casualidad: a los 15 años vine un verano a España para aprender el idioma. Mi ‘familia’ de Zaragoza me trató muy bien y me planteó la opción de estudiar en este país. Lo hablé con mi familia y estuvieron de acuerdo”, señala por teléfono desde Bélgica, el que es ahora su país de residencia.
Tras realizar aquí la selectividad y aprobar con nota, a pesar de que lo que su familia y ella misma dudaban, empezó a estudiar medicina en Zaragoza.
Reconoce que durante todo el tiempo de los estudios en la facultad de Medicina nunca pensó en especializarse en Dermatología. “Mi idea era hacer Cardiología. Pero mi marido me sugirió que la Dermatología podría ser una buena opción”.
Una visita al Hospital Ramón y Cajal de Madrid, le llevó a hablar con un médico residente que, casualmente, tenía un perfil muy similar al suyo. “Sin decirle nada sobre mi idea o dudas, me dijo que había hecho la residencia de Cardiología, pero luego hizo la de Dermatología y estaba muy contento con la elección. Así que eso fue lo que me decidió”.
Un paso definitivo a la investigación
En 2014 finalizó la residencia en Dermatología. “Pero tenía muy claro que yo quería hacer investigación. Era una pasión ciega, porque yo no tenía experiencia”.
Había hecho un máster en dermatología estética, tenía ofertas de clínicas y hospitales, pero la Dra. Pastushenko presentó una solicitud de trabajo al laboratorio de Cedric Blanpain, uno de los tres mayores expertos en el campo de las células madre.
Su falta de experiencia en investigación y el hecho de haber terminado su tesis doctoral complicaban sus posibilidades para entrar en este y otros centros de investigación.
“Tuve la suerte de que mi jefe, el Dr. Cedric Blanpain, es médico y me dijo que el factor más importante para investigar era la motivación y la capacidad para pensar, lo demás es como la cocina: tiene sus protocolos y solo hay que seguirlos”.
El Dr Blanpain no se equivocó. Ievgenia Pastushenko ha sido una de las investigadoras postdoctorales más productivas en los últimos años de este centro de investigación.
“Los médicos tienen mucho que aportar en investigación, porque tienen contacto con los pacientes y pueden identificar cuestiones relevantes que a un científico básico no se le ocurren”, señala esta dermatóloga.
Entrada en la Junta de la AEDV
Su vínculo con España no lo pierde. En 2015, entró a formar parte de la Junta Directiva de la AEDV, unos meses después de haber empezado a trabajar en Bélgica. “Fue a finales de 2015 y principios de 2016 cuando, desde la Academia, coordinamos cómo iba a ser la ayuda que necesitaba para desarrollar mi trabajo que ahora se ha publicado en Nature”.
La investigación en cáncer se inicia con animales, principalmente ratones, porque son fáciles de manipular. Sin embargo, lo que ocurre en el ratón hay que confirmarlo en el humano. El primer paso puede ser llevar a cabo experimentos en tejidos humanos.
“El laboratorio en el que trabajo se centra en carcinomas epidermoides, así que contar con tejidos tumorales de células escamosas de la piel y de otros tumores como el de pulmón o de cabeza y cuello era fundamental para saber qué ocurría cuando el gen FAT1 estaba inactivo por una mutación”.
“Hemos podido comprobar qué hace esa mutación en los tejidos tumorales y cómo, además de alterar el comportamiento celular, genera resistencias a fármacos. Aunque también hemos visto algo positivo y es que estos cánceres son sensibles a un tipo de medicamentos que se podrían estudiar para su uso en pacientes”, explica.
Una biblioteca de tumores congelados
Por eso la labor de la Academia y de los dermatólogos españoles ha sido fundamental en este trabajo, aportando muestras de tejido tumoral de pacientes. “Ahora contamos con una gran biblioteca de tumores congelados, que nos ha ayudado a confirmar lo observado en ratones y que será un arma de investigación muy potente en el futuro”.
Tiene muchos proyectos para los próximos años, en principio arraigados en Bélgica, sin embargo, no quiere perder el vínculo con nuestro país. “La Academia es como mi familia española. Aunque en Bélgica hago un trabajo de investigación con el que estoy muy contenta, echo de menos la parte clínica en España porque es muy buena”. Quizás esto le ha llevado a no querer desvincularse del trato con los pacientes, por lo que combina su trabajo de investigadora con el de dermatóloga en las clínicas de Europa de Bruselas.