Entrevista con Ana María Carrizosa | La terapia PUVA
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21 julio, 2017Tomás Toledo Pastrana es dermatólogo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, adscrito al área de cáncer cutáneo no melanoma. Ha ejercido como especialista en los hospitales de Puerto Real, Jerez y Donostia/San Sebastián. Es miembro de los grupos de Cirugía y E-Dermatología e Imagen de la AEDV y ha realizado Máster en Dirección Médica y Gestión Clínica de la Escuela Nacional de Sanidad, orientándolo a la implantación y explotación de recursos quirúrgicos en dermatología.
¿En qué se basa una unidad de gestión clínica? ¿Cuáles son las características que definen la gestión clínica? ¿Cómo contribuye a la mejora de experiencia de usuarios, pacientes y equipo de dermatólogos?
Las unidades de gestión clínica (UGC) son las estructuras llamadas a sustituir a los servicios tradicionales en el SAS. La diferencia entre unos y otros son dos: la UGC es más autónoma y responsable de la oferta, demanda y coste de los servicios que ofrece y su centro es la atención al paciente, no la ordenación de profesionales.
En el organigrama clásico de un hospital, ordenado en servicios, existen muchas separaciones: entre el área administrativa y la asistencial, entre área médica y enfermera, entre cuadros directivos del hospital y los servicios… Esto hacen que un servicio sea en una estructura muy vertical, muy poco móvil.
Por el contrario las UGCs permiten que los profesionales puedan gestionar qué ofrecen y necesitan lo que redunda en una mayor de eficiencia económica y eficacia asistencial. Esto las hace dinámicas y adaptables. Nadie conoce cómo y cuándo gestionar los recursos y los procesos mejor que el propio profesional y las UGCs son una forma de poner en valor ese hecho.
¿Cuáles son las evidencias que existen tras la implantación de una unidad con gestión clínica y servicios de salud?
Acercar la gestión a los profesionales permite, entre otras cosas, que el profesional sanitario sea consciente del gasto de cada acto y de la necesidad de que la asistencia sea eficiente. Esto no tiene que ser visto como un mecanismo constante de contención del gasto, sino como una forma racional de controlar los recursos, algo que es fundamental no sólo para garantizar la viabilidad de la sanidad pública sino para que las decisiones que se tomen estén basadas en lo racional. Si eres consciente de lo que necesitas y de lo que tienes, usas lo que tienes con cabeza y sabes qué tienes que pedir para mejorar.
¿Cuáles son las novedades en técnicas de cirugía reconstructiva? ¿Cómo ha avanzado la cirugía en los últimos años para contribuir con la mejora de la calidad de vida del paciente?
Quizá la principal novedad es que cada vez operamos más y mejor: la Dermatología es una especialidad médico-quirúrgica, lo que permite que en Derma demos una respuesta transversal y completa a los problemas que presenten los pacientes. En los últimos años hemos ido asumiendo situaciones quirúrgicas que tradicionalmente realizaban otros servicios, como Plástica o Maxilofacial.
Quizá Andalucía sea una excepción al existir una fuerte tradición quirúrgica, pero en el resto del país no lo era así salvo en algunos centros. Esta situación ha cambiado y cada vez se opera más y con más complejidad en más sitios. Es fundamental reivindicar el papel del dermatólogo quirúrgico como actor principal en el manejo del cáncer cutáneo –que es lo que fundamentalmente operamos- no sólo para nosotros como especialidad, sino también para los pacientes que tienen en su dermatólogo un referente a lo largo de todo el proceso asistencial.
Esto redunda sin duda en una mejora en la calidad asistencial que veremos avanzar en los próximos años, pero que es fundamental seguir reivindicando no sólo para crecer como especialidad, sino para ofrecer cada vez un mejor servicio.
¿En qué consiste la cirugía micrográfica de Mohs? ¿Cómo este tipo de cirugía puede contribuir a la mejora de la calidad de vida de paciente?
La cirugía micrográfica de Mohs (CMM) es una técnica quirúrgica que permite extirpar tumores cutáneos malignos de forma completa (lo que llamamos márgenes libres) conservando la máxima cantidad de piel sana alrededor del tumor. Quitamos el tumor y controlamos inmediatamente al microscopio si se ha extirpado en su totalidad, De no ser así, se van haciendo extirpaciones seriadas y orientadas allá donde quede tumor hasta que no quede enfermedad.
Es la técnica de elección cuando el tumor se ha extirpado y ha vuelto a aparecer (recidiva), si existen dificultades para saber dónde acaba el tumor o si éste se encuentra cerca de una estructura que hay que dañar lo menos posible (por ejemplo, cerca de los párpados o la nariz). Actualmente el Hospital Virgen Macarena es el centro de referencia en Mohs para las provincias de Sevilla, Córdoba y Huelva, aunque también asumimos pacientes de otras áreas sanitarias.