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11 mayo, 2017Entrevista a Francisco M. Camacho. Catedrático de Dermatología y presidente de honor de la AEDV
El 18 de junio de 1994 el Dr. Francisco M. Camacho fue nombrado presidente de la AEDV, cargo que ostentó hasta 1998. Ahora recuerda esos años y, sobre todo, disecciona el presente y futuro de la Academia y de la especialidad.
– ¿Cómo recuerda sus años al frente de la AEDV?
– De forma muy satisfactoria. Si tuviera que definir con una frase la valoración de este periodo diría que fue el de la apertura a la Academia Americana de Dermatología, y a otras academias, y la presencia institucional en los medios de difusión españoles de la AEDV.
Y, por supuesto, se consolidaron una serie de proyectos puestos en marcha por la junta directiva anterior, como la inauguración de la nueva sede de Ferraz, el fortalecimiento de la relación con las instituciones médicas nacionales, la mayor relación con instituciones europeas y latinoamericanas, la consolidación de los grupos de trabajo de la AEDV y la creación de otros nuevos. También es preciso destacar el apoyo a las campañas de cáncer de piel y de diagnóstico precoz de melanoma, la mayor relación con las secciones territoriales de la Academia o la puesta en marcha del estudio epidemiológico del melanoma en España.
Durante este periodo se fueron decubriendo nuevas piezas del Museo Olavide y se siguió buscando ubicación para él. En este caso se contó, como siempre, con el trabajo e ilusión del Dr. Luis Conde-Salazar Gómez y el apoyo del entonces catedrático de la Complutense Prof. Antonio García Pérez.
– Esta exitosa senda se ha continuado hasta el momento actual, ¿no?
– Sin duda, sí. Tras nuestro mandato, se procedió a dar el salto de la epoca analógica a la digital.
Desde el año 1998 al 2002, el Prof. Iglesias se preocupó de estabilizar la economía de la Academia. De 2002 a 2006, el Prof. Jose Luis Díaz Pérez reintrodujo el gabinete de prensa con la agencia de Comunicación Berbés, coordinado por el Dr. Miguel Aizpún. Y en 2007, con la presidencia del Prof. Julián Conejo-Mir, comenzó la auténtica época digital de la Academia, en la que se lograron múltiples avances como la web de la AEDV, la ‘Fundación Piel Sana’, el definitivo saneamiento económico, la compra de un nuevo local en Ferraz adjunto a la sede. Todos estos proyectos que se consolidaron con la presidencia del Prof. José Carlos Moreno, que reestructuró la Academia físicamente (con la finalización de la nueva sede) y jurídicamente (con los nuevos estatutos), así como con la potenciación del día del melanoma, de los 15 grupos de trabajo y de la Fundación.
Y con ello llegamos a la época actual, con la presidencia del Prof. Pedro Jaén, que ha cambiado el organigrama de la Academia, potenciado la Fundación y las relaciones con las distintas academias internacionales.
– Entonces, ¿está satisfecho con la trayectoria que se ha seguido?
– Por supuesto, los nuevos presidentes, con sus nuevos métodos y con la modificaciones de la infraestructura de la Academia, han permitido crecer mucho a nuestra institución y acercarse más a los académicos.
– Y de su época al frente de la Academia, y una vez pasados los años, ¿de qué se siente más orgulloso o qué le quedó por hacer?
– Mi Junta directiva, así como las anteriores y actuales, han sabido siempre estar en vanguardia, estableciendo vínculos con otras academias/sociedades y con sus académicos.
De lo que más orgulloso me siento es de que durante mi presidencia se consolidaron relaciones institucionales, especialmente con la Academia Americana, Europea y el CILAD.
En cuanto a los retos pendientes, no logré que los mandatos fueran de dos años, siendo presidente electo otra persona otros dos años. Cuatro años de dirección, más aún con los cambios que se producen casi anualmente, son muchos.
– ¿Qué papel juegan los presidentes de honor de la AEDV?
– La misión de los presidentes pasados es asesorar a la junta directiva cuando ésta lo considera necesario. La mayoría de nosotros, y más los que ya hace muchos años que dejamos la Academia, opinamos de distintos aspectos cuando nos lo piden, y sólo ocasionalmente nos dirigimos a la presidencia para puntualizar determinados aspectos. Las iniciativas las tienen que tomar los que en ese momento estén en la dirección de la Academia.
– ¿Opina que la AEDV está en un momento óptimo?
La Academia está actualmente en uno de los mejores momentos de su historia, con un gran protagonismo de los directores y académicos, incluyendo los más jóvenes. Esto hay que valorarlo como algo altamente positivo.
– En cuanto a la especialidad, ¿también es optimista?
– De la especialidad me preocupa sobre todo el intrusismo, fundamentalmente en Dermatología Cosmética.
También me inquieta la relajación que hay en algunos departamentos y servicios en relación con determinadas subespecialidades como, por ejemplo, “las dermatitis de contacto” y la “cirugía dermatológica mayor”. La primera porque no hay tantos dermatólogos dedicados a la “dermatitis de contacto” y sí muchos alergólogos en España. La segunda porque la cirugía menor está siendo realizada en ambulatorios y, a veces, en manos de otro personal sanitario. Hay que ser conscientes de que sin cirugía hospitalaria podría volver a plantearse la troncalidad o no de la especialidad. Las unidades de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de tumores malignos cutáneos, melanomas y no melanomas, no deben faltar en los departamentos y servicios de Dermatología.
¿Teme por el futuro de la especialidad?
– No debemos olvidar que la vida es cíclica y que, con las necesarias connotaciones de la evolución, los problemas que se plantearon en el pasado pueden volver a plantearse en una especialidad tan atractiva para otras especialidades frontera.